La semana pasada se desarrolló en Zapala un curso intensivo de formación para Implementadores y Auditores de la Normativa Orgánica Argentina, con enfoque en las cadenas de producción ovina y caprina. La capacitación reunió a técnicos de distintos organismos públicos y privados con el objetivo de impulsar la producción orgánica en la provincia del Neuquén.
La propuesta formativa, que se realizó por primera vez en la región, busca sentar las bases para que la provincia cuente con profesionales capacitados en la implementación y auditoría de procesos orgánicos, una figura clave para el acompañamiento técnico a los productores locales.
El ingeniero agrónomo Facundo Soria, referente nacional en Producción Orgánica del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, explicó que la intención es «formar una masa crítica de profesionales capaces de acompañar de manera eficaz los procesos de reconversión hacia la producción orgánica».
“El curso brinda herramientas en auditoría interna, control de calidad y gestión de garantías, permitiendo a los productores acceder a mercados que hoy están creciendo en todo el mundo”, remarcó Soria.
Por su parte, la ingeniera agrónoma Mariela Teixe, representante de Neuquén en la Comisión Asesora para la Producción Orgánica, destacó que esta iniciativa es clave para la provincia: “Neuquén aún no tiene operadores orgánicos en estas cadenas, pero existe una gran compatibilidad entre los métodos de producción de los pequeños productores del interior y los principios de la producción orgánica”.
En el encuentro participaron técnicos y profesionales de INTA, INTI, SENASA, y de organismos como WCS Argentina, CACER, la firma Fuhrmann, y la secretaría de Agricultura de la Nación, junto al sello Orgánico Argentina.
Una experiencia consolidada
Durante la jornada se compartió la experiencia de la empresa Fuhrmann, radicada en Trelew, reconocida internacionalmente por su producción de lana orgánica, que ya ha llegado a marcas como Louis Vuitton y Yves Saint Laurent.
El veterinario neuquino Juan Ricardo Dorcazberro, que integra la firma, explicó que la compañía trabaja en 15 campos distribuidos entre Chubut y Santa Cruz, con cerca de 120.000 lanares y certificación orgánica en todos los casos. “Compartimos nuestra experiencia con esta certificación, que ofrece una diferenciación de producto muy valorada en el mercado, y que puede ser replicada por productores neuquinos”, sostuvo.
Rumbo a la certificación grupal
Una de las novedades que se abordó en el curso fue la posibilidad de implementar una certificación grupal para pequeños productores, una modalidad aún no aplicada en el país.
“Estamos explorando con la Cooperativa de Pequeños Productores de Zapala una nueva modalidad de certificación grupal. Esta alternativa puede facilitar el acceso de pequeños productores a los mercados orgánicos”, afirmó Soria.
El especialista destacó que Argentina es el tercer país en superficie orgánica certificada, gracias en gran parte a la producción ovina extensiva de la Patagonia. “El desafío ahora es hacerlo más inclusivo, para que los pequeños productores también puedan crecer en este tipo de producción”, concluyó.